Hace unos días encontré en el Carrefour este vino que me pareció sorprendentemente barato. No llegaba a los cinco euros y había oído hablar muy bien de la bodega así que lo subí al carrito. En la cena del domigo decidí abrirlo y comprobé que se trataba de un vino del 2006, lo que no me daba muy buena espina. Normalmente los rosados no envejecen nada bien y hay que tomarlos mientras aún son jóvenes. Sin embargo al servir el vino en la copa observé un aroma delicado y afrutado que anticipaba una excelente experiencia. Lo utilicé para acompañar unos quesos de lo más variopinto, incluyendo Beyos, Emmental y un ahumado rumano bastante potente. La experiencia no ha podido ser más satisfactoria y mañana mismo volveré al Carrefour a buscar un par de cajas que pienso beberme solito y con las que no voy a invitar a nadie. Al parecer la guía Peñín le otorga un honroso 89. Aunque el vino se llama flor de Merlot lleva también una pequeña proporción de Cabernet Sauvignon. Me da igual. Es un vinazo g...
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