No se pueden pedir maravillas a un producto que cuesta dos euros y sin embargo se consigue un alimento exquisito a precio de risa. Ojo porque no se vende como brandada sino como crema.
Vale que solo lleva un 22% de bacalao pero es que si fuera el 100% sería bacalao y no crema.
La compré en Alcampo y no es complicada de encontrar, aunque obviamente no se trata de un producto de consumo masivo. Tiene que gustarte el bacalao y debes ser amigo de los productos untables.
Evidentemente sabe mucho a bacalao pero sin pasarse, con el punto justo de sabor y sal. Eso sí, viene con una caducidad muy breve, con lo que no conviene comprarlo y olvidarse de ella en la nevera porque enseguida se pasa la fecha de consumo preferente. Unta muy bien y como en otros casos recomiendo hacerlo sobre galletas salada duras, como por ejemplo las mallorquinas Quely, que hallaremos en numerosos supermercados y también podemos comprar online sin gastos de envío. Los biscotes pueden servir pero el producto se merece un mejor soporte. Una tostada de pan de masa madre es lo más adecuado. El bocado puede maridarse con cerveza pero también con un vino blanco ligero y todavía queda mejor con cava, que se puede comprar por menos de cinco euros. Si te pones chulo te puedes hacer un bocata unipersonal pero con el riesgo de que el sabor sature un poco, por lo que conviene presentarlo para compartir.