Ir al contenido principal

EL AMARETTO DI SARONNO Y SU VERSIÓN LOW COST



Para saber si en un restaurante disponen de un botellero decente no hay más que pedir un Amaretto di Saronno como vino de postre o como copa tras el café. Si no tienen, me quedará para siempre una mala impresión. Por supuesto que si me satisfacen, me queda mucho mejor sabor de boca.

Para los amantes de los licores dulces, el Amaretto es toda una provocación. La fórmula ya lleva cinco siglos en el mercado y encima el envase es todo un icono, diseñado en Murano. Entre los ingredientes se encuentran los huesos de melocotón y las almendras, junto con una selección de hierbas y bastante azúcar. El alcohol llega a los 20 grados.

Lo encontraremos normalmente a unos 14 euros la botella y también existe una marca de bajo coste que se vende en los supermercados Lidl bajo el nombre de Armilar. La botella no tiene un diseño tan chulo ni mucho menos pero tampoco es fea y el precio está por debajo de la mitad. En cuanto a la calidad, hay que ser muy entendido para notar la difrencia y más aún si lo utilizamos para preparar postres.

El de la foto es obviamente "il originale" pero yo me he acostumbrado a la imitación y me encanta. La elección es suya. Nunca debe faltar una botella de este licor para sorprender a las visitas.

Entradas populares de este blog

BOFROST. LOS CONGELADOS QUE PARECEN CAROS Y SALEN MUY BIEN DE PRECIO.

Ojo porque esto no es un publirreportaje aunque lo parezca. Los de Bofrost no me dan nada a cambio de hablar bien de ellos. El caso es que ya conocía la empresa desde hace años porque una vecina les compraba muchísimo, ya que no podía ir a la compra y prefería que se lo sirvieran todo a domicilio. La tal vecina no tenía problemas económicos y yo prefería comprar más barato en supermercados convencionales. Lo que ocurrió fue que me mudé a una vivienda unifamiliar y desde entonces me animé a probar los productos congelados de Bofrost, siempre más caros que otros similares que se hallan en la gran distribución comercial. No me parecía convincente la ventaja del servicio a domicilio porque utilizaba bolsas isotérmicas para el transporte. Tras un primer pedido fui cambiando de idea. El incremento de precio redundaba en una calidad muy superior y aunque el aumento de gasto era aritmético, el incremento de calidad resultaba geométrico o exponencial, si se me permite el juego de palabras

CÓMO COMER BARATO EN SUIZA SIN MORIR EN EL INTENTO

En Suiza casi todo es muy caro para nosotros, con ciertas excepciones, como la viñeta para circular gratuitamente por autopistas durante todo un año a un precio de unos 30 euros , que ya podían pillar algo así los habitantes de Bilbao o Barcelona. Comer en restaurantes convencionales se sale de precio pero hay soluciones que nos permiten comer alimentos calientes recién cocinados en torno a una mesa. La cadena de supermercados Migros tiene muchos establecimientos repartidos por todo el país y curiosamente la mayor parte de estas tiendas cuenta con su propio restaurante, donde podemos comer por unos 15 euros, basándonos en una entrada, un plato, postre y bebida, lo que no está nada mal para tratarse de Suiza. Si piensa que nunca va a visitar ese país, podría ver las cosas de otra manera; tenga en cuenta que el país es pequeño y no necesita obligatoriamente alojarse en su territorio, ya que Francia y Alemania está al lado y sus alojamientos son mucho más baratos. Mi experiencia se

PAN DE CARRAL. UN GRAN PAN GALLEGO LLEGA A MERCADONA.

Puede dar la impresión de que este blog publicita productos pero en realidad solo publico artículos sobre las cosas que me han gustado y creo que pueden interesar a los aficionados a los buenos sabores. De hecho casi siempre informo a los productores de que he escrito un texto sobre sus productos y nadie contesta nunca, ni siquiera dan las gracias por hacerles la publicidad gratuita. Todo sea por los lectores y nada por los fabricantes. Por supuesto que Mercadona no necesita publicidad y nunca mejor dicho porque su inversión en anuncios es cero. Lo que les sobra son clientes. Ahora bien, tanto insistir con los precios bajos que en general lo de la calidad les queda un poco lejos en muchos artículos. Digamos que ofrecen precios competitivos y dentro de ellos intentan conseguir la mayor calidad posible, pero en ciertas secciones se quedan muy cortos. Menos mal que alguien ha tenido la brillante idea de vender un pan gourmet de alta calidad en Mercadona. Es gallego, como no podía ser