Con ese nombre lo lógico sería que el queso fuera italiano, pero viene de Dinamarca y no huele a podrido. Por lo tanto, que se abstengan los partidarios de los productos kilómetro cero y los que temen dejar huella de carbono.
No me esperaba yo encontrar una joyita similar en el Mercadona, precisamente. Mira tú que esa cadena se define tanto por los precios bajos que la calidad les queda cada vez más lejana. Pues sin que sirva de precedente aparece un queso de pasta blanda extremadamente logrado. Se supone de mano que la empresa fabricante tiene el culo pelado de hacer quesos y venderlos en medio mundo, con una gama que incluye quesos tradicionales y experimentos muy arriesgados añadiendo cosas como piña, tomate y ron, entre otras barbaridades que harían alejarse de inmediato a los aficionados al queso. No obstante, la trufa es algo que queda bien con todo y se nota. La textura muy untuosa del queso ayuda a degustarlo con panes muy diferentes y puede pasar con nota muy alta cualquier examen de experto en la materia. Y lo mejor es que nos llevamos medio quesito por menos de tres euros, lo cual es toda una hazaña. Solo faltaría que los vendieran enteros o que los hicieran de pieza grande, pero eso complicaría bastante el corte.
Curiosamente la imagen que ilustra el artículo la he sacado de la web internacional porque en la española todavía no sale. Nada interesante en la página de nuestro país, solo que comentan que invitan a ciertos bloggers a probar el queso para que hablen de él.
Con este queso trufado queda claro que un producto industrial puede codearse con los artesanos y que un queso barato puede ser óptimo. Solo hay que dar con la receta y conseguir que el precio sea popular. Hasta ahora consideraba a la marca como la de los consumidores de queso poco entendidos, pero me temo que eso está cambiando y mucho.
No me esperaba yo encontrar una joyita similar en el Mercadona, precisamente. Mira tú que esa cadena se define tanto por los precios bajos que la calidad les queda cada vez más lejana. Pues sin que sirva de precedente aparece un queso de pasta blanda extremadamente logrado. Se supone de mano que la empresa fabricante tiene el culo pelado de hacer quesos y venderlos en medio mundo, con una gama que incluye quesos tradicionales y experimentos muy arriesgados añadiendo cosas como piña, tomate y ron, entre otras barbaridades que harían alejarse de inmediato a los aficionados al queso. No obstante, la trufa es algo que queda bien con todo y se nota. La textura muy untuosa del queso ayuda a degustarlo con panes muy diferentes y puede pasar con nota muy alta cualquier examen de experto en la materia. Y lo mejor es que nos llevamos medio quesito por menos de tres euros, lo cual es toda una hazaña. Solo faltaría que los vendieran enteros o que los hicieran de pieza grande, pero eso complicaría bastante el corte.
Curiosamente la imagen que ilustra el artículo la he sacado de la web internacional porque en la española todavía no sale. Nada interesante en la página de nuestro país, solo que comentan que invitan a ciertos bloggers a probar el queso para que hablen de él.
Con este queso trufado queda claro que un producto industrial puede codearse con los artesanos y que un queso barato puede ser óptimo. Solo hay que dar con la receta y conseguir que el precio sea popular. Hasta ahora consideraba a la marca como la de los consumidores de queso poco entendidos, pero me temo que eso está cambiando y mucho.