En Cantabria hay unos quesos de impresión; lo que pasa es que limita con Asturias y entonces los productos quedan algo eclipsados ante los famosos quesos azules de los Picos de Europa. Eso puede ser hasta bueno porque así no queda más remedio que esforzarse mucho para conseguir productos que sobresalgan por encima de la mayoría. Nos encontramos ante un ejemplo sorprendente con este sencillo queso de cabra digno de estar en concursos internacionales.
Hace unas semanas que mi conyuge trajo a casa una pieza de este queso y la miré con indiferencia (a la pieza, no a mi esposa). Como la cuñada no dejaba de insistir en lo bueno que estaba, hubo que proceder a la degustación (que para eso el marido de la cuñada es maestro quesero). Pues ahí tuve que reconocer que me había equivocado de cabo a rabo. Pensaba que era el típico queso de cabra salado y fuerte y me encontré con una pequeña gozada llena de suavidad y ternura. A la semana siguiente hubo que reponer y la señora aprovechó un desplazamiento a Potes (expresamente para comer cocido montañés en el restaurante de Paco Wences) y trajo más piezas que ya se han consumido.
Lo curioso es que este queso no va de gourmet por la vida ni tiene grandes pretensiones y además sale muy barato, lo que al principio hace sospechar de la calidad, pero nada más lejos de la realidad. Es el queso de cabra para consumidores que nunca toman queso de cabra. La finura es notable y se puede consumir con o sin corteza. Puede servirse incluso al principio de una degustación de quesos, ya que no satura las papilas gustativas.
Lo mejor es que tienen una tienda online en la que venden a precio de fábrica y se puede visitar en http://www.quesosriodeva.com/online.html No es una tienda con pago automático pero seguro que sirve y te permite crear una tabla de quesos temática de alta calidad. No hay gastos de envío. Ya me he librado de cruzar el desfiladero de la Hermida para conseguirlo. Estos quesos se elaboran entre Potes y Fuente De, en Camaleño.
Hace unas semanas que mi conyuge trajo a casa una pieza de este queso y la miré con indiferencia (a la pieza, no a mi esposa). Como la cuñada no dejaba de insistir en lo bueno que estaba, hubo que proceder a la degustación (que para eso el marido de la cuñada es maestro quesero). Pues ahí tuve que reconocer que me había equivocado de cabo a rabo. Pensaba que era el típico queso de cabra salado y fuerte y me encontré con una pequeña gozada llena de suavidad y ternura. A la semana siguiente hubo que reponer y la señora aprovechó un desplazamiento a Potes (expresamente para comer cocido montañés en el restaurante de Paco Wences) y trajo más piezas que ya se han consumido.
Lo curioso es que este queso no va de gourmet por la vida ni tiene grandes pretensiones y además sale muy barato, lo que al principio hace sospechar de la calidad, pero nada más lejos de la realidad. Es el queso de cabra para consumidores que nunca toman queso de cabra. La finura es notable y se puede consumir con o sin corteza. Puede servirse incluso al principio de una degustación de quesos, ya que no satura las papilas gustativas.
Lo mejor es que tienen una tienda online en la que venden a precio de fábrica y se puede visitar en http://www.quesosriodeva.com/online.html No es una tienda con pago automático pero seguro que sirve y te permite crear una tabla de quesos temática de alta calidad. No hay gastos de envío. Ya me he librado de cruzar el desfiladero de la Hermida para conseguirlo. Estos quesos se elaboran entre Potes y Fuente De, en Camaleño.