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POR FIN UNA GRAN TARTA DE QUESO CONGELADA. Y CON MUCHAS FRESAS.

Ya era hora de que apareciera en el mercado una buena tarta congelada cuya foto de envase se correspondiera con lo que nos encontramos al abrir la caja.

Lo mejor es que sale mucho más sabrosa de lo que promete. Ojo que lleva una cuarta parte de fresas de primera calidad en la cobertura.

Me encantan los buenos postres de supermercado y más aún si salen baratos, es decir, en torno a los cinco euros. Pues bien, he dado con uno de los mejores productos para golosos del mercado nacional. 

Nos encontramos ante una tarta de queso muy currada con una base de galleta nada dura y una cremosidad conseguidísima. Sin ser demasiado dulce, la combinación de las fresas con el queso fresco sale redonda.

Hay que tener en cuenta que se trata de una tarta congelada y que no se puede comer como si fuera una tarta helada. Lo procedente es descongelarla completamente, aunque también es degustable en ese tramo de tiempo en el que no está dura como el hielo ni blanda como salida de la confitería, eso es cuestión de gustos.

Ya conocía las pizzas del Dr.Oetker y me ha sorprendido enormemente la incursión en el mundo de los postres, con resultados más que sobresalientes. La tarta de marras es fácil de encontrar en supermercados y sirve incluso para satisfacer a invitados exigentes, a los cuales se les debe ocultar el origen industrial del producto, ya que jamás adivinarán que se trata de una tarta de cinco euros para seis personas. En Francia hacen cosas así de ricas pero a 30 euros la tarta y entonces ya no tiene gracia.

Ahora solo me queda ir probando el resto de la gama de postres de Dr. Oetker a ver si mantienen el tipo con el mismo nivel. De momento triunfan. Según testimonios cercanos es raro que la tarta sobreviva a una cena, ya que se devora con pasión. Que aproveche.

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