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¿VIAJAS AL EXTRANJERO? LLEVA SIEMPRE CONTIGO EMBUTIDOS LONCHEADOS.

Ya sé que no voy a descubrir nada nuevo para gran cantidad de viajeros, pero probablemente hay muchos lectores que hacen sus maletas sin contar con un equipamiento de emergencia que considero imprescindible para cualquier desplazamiento fuera de nuestras fronteras. Un buen surtido de embutidos loncheados saca de muchos apuros y nunca sabes cuándo te va a hacer falta. Los embutidos curados lo tienen todo, pues saben bien, ocupan poco espacio, aguantan cambios de temperatura y alimentan que da gusto, además de ahorrar bastante dinero cuando nos hallamos en entornos culinariamente decepcionantes. Es obvio que para viajes a países nórdicos son una salvación y con medio kilo de estos productos da para muchos bocadillos, sean de jamón, lomo o chorizo. Ya sé que hay lugares a los que no nos van a permitir entrar con estas delicias ibéricas, pero dentro de la UE no hay ningún problema. Conviene informarse previamente si el destino es exótico, por si acaso.

Los que viajan en coche lo tienen fácil y casi pueden llevarlo por sistema en un neceser a modo de botiquín. Para los que vuelan, los embutidos caben en cualquier parte y te resuelven una comida o una cena. Conviene llevar en el equipaje una navaja multiusos para abrir los envases si es que no llevan un sistema de apertura fácil. Una barra de pan siempre se puede conseguir en cualquier país y personalmente he probado la combinación de jamón con "grissini" italianos, enrollando las lonchas sobre el palito y obteniendo un resultado excelente.

Y si te sobra espacio en la maleta, cuenta también con unas latas de aceitunas, que por ahí fuera las venden a precio de oro...

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