Ir al contenido principal

ESTOY HASTA EL MOÑO DE QUE NO ME TRAIGAN LA CARTA DE VINOS.

No es fácil detectar buenos restaurantes pero normalmente los que disponen de una buena carta de vinos es raro que den mal de comer. Lo malo es cuando no la exponen en el exterior del establecimiento y lo grave es que no te la traigan junto con la de platos, aunque hay algo aún peor y es que no te la den incluso después de haberla pedido. Eso ya me provoca un cabreo demencial y me arruina toda la comida. No me queda más remedio que pedir agua y aguantarme. Luego ya no tomo ni postre ni café.

¿A qué se debe tal chapuza y cómo puede ocurrir tal falta de profesionalidad?¿Pasa con todo el mundo o tengo cara de no beber vino? La última vez que me sucedió fue en el restaurante Venezuela de Lo Pagán, Murcia. La comida estaba bien pero me resultó molesto no acompañarla con un cava, más que nada porque el personal evitó ofrecerme la carta de vinos; ni siquiera me ofrecieron un cenicero y tuve que cogerlo de una mesa desocupada. Lo desconcertante es que el restaurante sí disponía de no una sino de varias cartas de vinos y de una gloriosa bodega cuyo disfrute me fue negado por la incompetencia del personal o del propietario.

Lo que me ponía bastante nervioso en mi última estancia en Andalucía era la curiosa costumbre de preguntar al cliente qué va a beber antes de entregar la carta de platos del restaurante. Si voy a un restaurante es para comer y me gustaría saber lo que hay a la venta para disfrutar la comida con buen maridaje. Supongo que se trata de una peculiaridad de la zona, tal como que en muchos sitios se pueda comer en la barra o todo lo contrario.

No sé si será vagancia o pocas ganas de hacer un segundo viaje con la carta de vinos pero el caso es que ni me molesto en pedirla si no me la traen de mano, visto que generalmente no me la dan ni aunque la pida. Incluso tengo que decir cosas con mala leche cuando me preguntan qué voy a beber, tales como "ya que no hay carta de vinos, tomaremos agua".

Si la carta de vinos es una porquería o los precios son un abuso o bien falta justo el que me gusta, tampoco voy a consumir. No pido que haya medias botellas y me aguanto si no hay vino por copas, pero por lo menos me gustaría disponer de carta de vinos, algo tan básico que resulta incomprensible que no me den la posibilidad de beber vino. Luego resulta que baja el consumo en restaurantes y no me extraña.

Obviamente no debe pasar lo mismo en todos los restaurantes españoles pero ya es coincidencia que siempre me ocurra igual allá donde voy. Mira que tomo vino en casa con comidas y cenas, mira que me gusta el vino y en donde lo venden con buen margen de ganancia no me lo ponen a huevo.

Nuevamente una muestra de incompetencia imperdonable en una hostelería que tiene mucho que mejorar. No necesito sumiller y me conformo con un papel que traiga palabras y precios, algo muy sencillo.

Entradas populares de este blog

BOFROST. LOS CONGELADOS QUE PARECEN CAROS Y SALEN MUY BIEN DE PRECIO.

Ojo porque esto no es un publirreportaje aunque lo parezca. Los de Bofrost no me dan nada a cambio de hablar bien de ellos. El caso es que ya conocía la empresa desde hace años porque una vecina les compraba muchísimo, ya que no podía ir a la compra y prefería que se lo sirvieran todo a domicilio. La tal vecina no tenía problemas económicos y yo prefería comprar más barato en supermercados convencionales. Lo que ocurrió fue que me mudé a una vivienda unifamiliar y desde entonces me animé a probar los productos congelados de Bofrost, siempre más caros que otros similares que se hallan en la gran distribución comercial. No me parecía convincente la ventaja del servicio a domicilio porque utilizaba bolsas isotérmicas para el transporte. Tras un primer pedido fui cambiando de idea. El incremento de precio redundaba en una calidad muy superior y aunque el aumento de gasto era aritmético, el incremento de calidad resultaba geométrico o exponencial, si se me permite el juego de palabras...

EL AMARETTO DI SARONNO Y SU VERSIÓN LOW COST

Para saber si en un restaurante disponen de un botellero decente no hay más que pedir un Amaretto di Saronno como vino de postre o como copa tras el café. Si no tienen, me quedará para siempre una mala impresión. Por supuesto que si me satisfacen, me queda mucho mejor sabor de boca. Para los amantes de los licores dulces, el Amaretto es toda una provocación. La fórmula ya lleva cinco siglos en el mercado y encima el envase es todo un icono, diseñado en Murano. Entre los ingredientes se encuentran los huesos de melocotón y las almendras, junto con una selección de hierbas y bastante azúcar. El alcohol llega a los 20 grados. Lo encontraremos normalmente a unos 14 euros la botella y también existe una marca de bajo coste que se vende en los supermercados Lidl bajo el nombre de Armilar. La botella no tiene un diseño tan chulo ni mucho menos pero tampoco es fea y el precio está por debajo de la mitad. En cuanto a la calidad, hay que ser muy entendido para notar la difrencia y más aún si lo ...

LICOR DE NARANJA TRIPLE SEC EN ALDI. PRODUCTO ESPAÑOL.

Si te gustan los vinos de postre, o más bien los licores para servir con el postre, aquí tenemos un producto español hecho en Montilla, provincia de Córdoba.  La localidad ya es famosa por sus bodegas y por lo visto el elaborador del producto es Bodegas Cruz Conde, que por cierto no lo exhibe en su web propia y parece ofrecerlo exclusivamente a través de supermercados como Aldi o El Jamón. Obviamente si el producto sale en este blog es porque me ha parecido interesante para los lectores, ya que el precio es inferior a los diez euros y la calidad va muy por encima de lo esperado. Es un licor elaborado con piel de naranjas y que tiene cuarenta grados nada menos. Uno esperaría algo que casi rascara la garganta pero se encuentra con terciopelo en la boca. Acompaña muy bien los postres sin llegar a empachar. Evidentemente, el sabor a naranja no es pronunciado pero si perceptible.  Eso sí, la botella de la foto sale muy mona pero en la mía la pegatina de la etiqueta está tor...