Por lo visto un leonés se ha animado a utilizar sus manzanas para elaborar una sidra que puede servirse casi sin escanciado. El resultado es un producto que se vende a menos de dos euros y medio. No puedo opinar sobre el sabor porque no he probado esa sidra y lo problemático es que no soy consumidor ni mucho menos catador de sidra natural, aunque me parecen buenas las de nueva expresión y que pueden sustituir dignamente a un vino en las comidas. Obsérvese que no se trata de la sidra champanada azucarada que imita en presentación al cava y contiene mucho azúcar, sino de una sidra que podría confundirse con la asturiana.
La web de la empresa está en http://www.sidracarral.com/ y desde aquí les deseo éxito. No hay nada raro en el invento, ya que en Asturias hace tiempo que se importa manzana foránea para la elaboración y parece normal que cada cual la fabrique donde le apetezca, que para eso los bretones tienen la suya y los ingleses lo mismo.