
Cuando una empresa lanza al mercado un producto como la cafetera Tassimo se supone que está muy segura de la calidad que ofrece. Lo malo es que pueden coincidir varias grandes empresas a la caza del mismo cliente, el que quiere un muy buen café preparado en segundos y sin tener que complicarse la vida. La competencia es feroz y de momento Nespresso va por delante de sus competidores a pesar de que su producto no pone las cosas sencillas a los clientes.
El sistema Tassimo parte de entrada con unos precios de cafetera para mi gusto algo elevados. Hay que tener en cuenta que la competencia directa baja de los cien euros por máquina y sin embargo aquí nos vamos bastante por encima. Un 50% de diferencia es demasiado hoy en día. El coste por café no es disparatado pero viene a salir por encima de los 30 céntimos, con lo que no hay diferencias importantes. La mejor baza de la Tassimo es que el sistema no está completamente cerrado y se deja la puerta abierta para que diversos fabricantes de café puedan producir cápsulas para su cafetera, lo cual es de agradecer. Además encontraremos los cafés en muchas grandes superficies, no sólo en tiendas propias como Nespresso o en ciertos establecimientos como Stracto o sólo en El Corte Inglés, caso de Digrato. Eso sí, los clientes se quejan de que en España hay muy poca variedad de cafés para esta cafetera y en Europa abundan las especialidades.
Al parecer la empresa se promociona en televisión y nos animan a visitar su Facebook.
A clientes tan cafeteros como yo no nos subyuga tener que adquirir una máquina algo cara y cuyos suministros no son precisamente regalados.
Hoy en día y con la que está cayendo les convendría organizar degustaciones masivas del producto o bien promocionar la cafetera con la venta a prueba, de modo que se pueda devolver en el plazo de un mes si el cliente no queda satisfecho. Muchos son los llamados y pocos los elegidos. De momento lo que más se aproxima a la libertad total es la Freecoffee de Solac, más conocida como la "fricofi", que no encuentro por ahí ni he visto funcionar aún, pero que te limita a las monodosis ESE, universales pero no tanto como el café a granel que sí se puede preparar en una cafetera convencional.
A largo plazo siempre compensa una buena cafetera, algo cara de adquirir pero más barata de mantener. Por cierto que tengo una Dolce Gusto que me regalaron y es raro que me de por comprar cápsulas de esa marca a pesar de que me encanta el producto. Los que tomamos tres o cuatro cafés al día no nos lo podemos permitir.