En mi búsqueda de alimentos de alta calidad a precios convenientes me he topado con un producto tope de gama sobre el que me encanta escribir. Las encontré en el Carrefour de Torrelavega y probablemente las haya disponibles en el resto de Cantabria, ya que su distribución se encuentra a cargo de una empresa de la región, Patatas Ayarza, que comercializa todo tipo de patatas con diferentes presentaciones, incluso ya peladas y cortadas.
No cabe duda de que en España se le ha prestado poca atención a la patata de calidad y en demasiadas ocasiones los restaurantes y las cadenas de supermercados han preferido los precios más bajos en detrimento de la calidad, lo que es lamentable porque nadie se arruina comprando patatas, alimento que cunde una barbaridad y admite las más variadas presentaciones.
Me cuesta encontrar buenas patatas en Asturias, aunque en la tienda Mercau Astur de Cangas de Onís tienen producto de calidad, pero sin garantía de continuidad en posteriores compras. Hasta ahora me conformaba con las patatas gallegas del Lidl, que dan un resultado excelente, pero debo reconocer que la presentación de las patatas de Valderredible tienen una presentación muy llamativa, ya que vienen sin lavar, con tierra y todo, más que nada porque no se le puede quitar hasta que se preparan para cocinar. Inicialmente son más adecuadas para la fritura y tienen un curioso color muy anaranjado. Las producen al sur de Cantabria, zona de clima castellano y en la que esta patata se ha adaptado de maravilla.
Las patatas de Valderredible no tienen denominación de origen pero sí garantía certificada de calidad controlada, lo que ayuda a mantener una notable calidad culinaria.
No las vamos a encontrar en las tiendas de productos típicos de Cantabria al lado de los sobaos, las quesadas o el queso Picón de Tresviso pero sí son una muestra de producto gastronómico de alto nivel que a lo mejor nos cabe en el maletero. Además, tenemos la garantía de que consumimos un producto nacional que ayuda a mantener la calidad de vida en el país y más concretamente en su zona rural.
No cabe duda de que en España se le ha prestado poca atención a la patata de calidad y en demasiadas ocasiones los restaurantes y las cadenas de supermercados han preferido los precios más bajos en detrimento de la calidad, lo que es lamentable porque nadie se arruina comprando patatas, alimento que cunde una barbaridad y admite las más variadas presentaciones.
Me cuesta encontrar buenas patatas en Asturias, aunque en la tienda Mercau Astur de Cangas de Onís tienen producto de calidad, pero sin garantía de continuidad en posteriores compras. Hasta ahora me conformaba con las patatas gallegas del Lidl, que dan un resultado excelente, pero debo reconocer que la presentación de las patatas de Valderredible tienen una presentación muy llamativa, ya que vienen sin lavar, con tierra y todo, más que nada porque no se le puede quitar hasta que se preparan para cocinar. Inicialmente son más adecuadas para la fritura y tienen un curioso color muy anaranjado. Las producen al sur de Cantabria, zona de clima castellano y en la que esta patata se ha adaptado de maravilla.
Las patatas de Valderredible no tienen denominación de origen pero sí garantía certificada de calidad controlada, lo que ayuda a mantener una notable calidad culinaria.
No las vamos a encontrar en las tiendas de productos típicos de Cantabria al lado de los sobaos, las quesadas o el queso Picón de Tresviso pero sí son una muestra de producto gastronómico de alto nivel que a lo mejor nos cabe en el maletero. Además, tenemos la garantía de que consumimos un producto nacional que ayuda a mantener la calidad de vida en el país y más concretamente en su zona rural.