Pues sí, ya era hora de que los productores de snacks ofrecieran a los consumidores un producto con toque gourmet y contenido diferente. La inmensa mayoría de las patatas fritas de bolsa vienen tan atiborradas de sal que acaba ofendiendo y por muchas variedades que probemos, saturan enseguida. Ojo porque no hablamos de patatas fritas, ya que lo que viene en la bolsa es un curioso mix de remolacha, zanahoria y boniato , cargado de vitaminas. Son vegetales que no suelen consumirse muy a menudo en la alimentación convencional. Como este no es un blog de nutrición sino de gastronomía, lo que nos interesa es el sabor y cabe mencionar que han dado en el clavo con el producto. La primera vez que se consume resulta desconcertante porque parece que estamos comiendo patatas fritas de colores y el gusto no es el mismo, sino mucho más suave. Lo mejor es que cada bocado resulta diferente y se nota claramente el uso de aceite de oliva de alta calidad. Lo menos mejor del product...
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