Pues sí, ya se pueden comprar cápsulas compatibles para la cafetera Dolce Gusto de Nestlé. Por supuesto que son más baratas aunque no tanto. La pregunta del millón es si la diferencia de precio se ve reflejada en la merma de calidad.
Hace unas semanas encontré en Media Markt unas cápsulas compatibles que se vendían bajo la marca "Mepiachi" a un precio ligeramente inferior a los cuatro euros. Como las Dolce Gusto de verdad se aproximan peligrosamente a los cinco euros la caja de dieciséis unidades, un ahorro de un euro cada caja no parecía mala cosa, así que me llevé dos cajas, una de expreso y otra de descafeinado.
Tengo que reconocer que la marca "Mepiachi" me sonó fatal, más que nada porque en italiano la expresión "me gusta" se escribe como "mi piace" y se pronuncia "mi piache". Al escribir "Me piachi" se debería pronunciar "me piaqui", lo que no tiene ningún sentido ni gracia. Sería como si los ingleses crearan el "alyoly"o incluso peor.
Por lo visto las cápsulas que estoy comentando las produce la empresa asturiana Oquendo y hay otras variedades que todavía no he visto en tiendas pero sí en su página web y a un precio superior al que yo pagué en Media Markt, casi tan alto como las Dolce Gusto cuando están de oferta.
Ya sé que me estoy enrollando un poco pero quiero ser ameno y no limitarme a comentar que la degustación me ha defraudado. Hay que tener en cuenta que el descafeinado de Dolce Gusto es excepcional y no sabe a descafeinado, pues parece que estás tomando un solo bien cargadito. El descafeinado "pirata" o de imitación tiene un lejano sabor a café y sale muy desbravado. Con el expreso, más de lo mismo. El expreso de Dolce Gusto tiene variedades a elegir y la prueba de sabor la pasa con muy buena nota. El expreso Mepiachi sale muy amargo y el posgusto decepciona. En definitiva, no me compensa ahorrar un euro cada caja para que luego la experiencia del café sea tan floja.
Me gustaría opinar sobre otras opciones para distintas máquinas pero en general considero que el ahorro no vale la pena a no ser que nos conformemos con sucedáneos.
Hay que tener en cuenta que las grandes marcas invierten en un producto premium, con cafeteras y cápsulas diseñadas especialmente, mientras que marcas menores se limitan a aprovecharse del éxito ajeno.
Lo curioso es que Oquendo tiene una gama de cafés de alto nivel pero solo para el canal de hostelería y en ciertos restaurantes tienes la opción de tomarte uno de sus cafés especiales como alternativa al corriente y moliente.
Me comprometo a probar otras cápsulas válidas para Dolce Gusto y publicar la opinión. De momento me quedo con las originales.
Hace unas semanas encontré en Media Markt unas cápsulas compatibles que se vendían bajo la marca "Mepiachi" a un precio ligeramente inferior a los cuatro euros. Como las Dolce Gusto de verdad se aproximan peligrosamente a los cinco euros la caja de dieciséis unidades, un ahorro de un euro cada caja no parecía mala cosa, así que me llevé dos cajas, una de expreso y otra de descafeinado.
Tengo que reconocer que la marca "Mepiachi" me sonó fatal, más que nada porque en italiano la expresión "me gusta" se escribe como "mi piace" y se pronuncia "mi piache". Al escribir "Me piachi" se debería pronunciar "me piaqui", lo que no tiene ningún sentido ni gracia. Sería como si los ingleses crearan el "alyoly"o incluso peor.
Por lo visto las cápsulas que estoy comentando las produce la empresa asturiana Oquendo y hay otras variedades que todavía no he visto en tiendas pero sí en su página web y a un precio superior al que yo pagué en Media Markt, casi tan alto como las Dolce Gusto cuando están de oferta.
Ya sé que me estoy enrollando un poco pero quiero ser ameno y no limitarme a comentar que la degustación me ha defraudado. Hay que tener en cuenta que el descafeinado de Dolce Gusto es excepcional y no sabe a descafeinado, pues parece que estás tomando un solo bien cargadito. El descafeinado "pirata" o de imitación tiene un lejano sabor a café y sale muy desbravado. Con el expreso, más de lo mismo. El expreso de Dolce Gusto tiene variedades a elegir y la prueba de sabor la pasa con muy buena nota. El expreso Mepiachi sale muy amargo y el posgusto decepciona. En definitiva, no me compensa ahorrar un euro cada caja para que luego la experiencia del café sea tan floja.
Me gustaría opinar sobre otras opciones para distintas máquinas pero en general considero que el ahorro no vale la pena a no ser que nos conformemos con sucedáneos.
Hay que tener en cuenta que las grandes marcas invierten en un producto premium, con cafeteras y cápsulas diseñadas especialmente, mientras que marcas menores se limitan a aprovecharse del éxito ajeno.
Lo curioso es que Oquendo tiene una gama de cafés de alto nivel pero solo para el canal de hostelería y en ciertos restaurantes tienes la opción de tomarte uno de sus cafés especiales como alternativa al corriente y moliente.
Me comprometo a probar otras cápsulas válidas para Dolce Gusto y publicar la opinión. De momento me quedo con las originales.