Pues no tanto como mucha gente se imagina. Desgraciadamente las consultas a los blogs de Gastronomía han menguado bastante y las críticas serias y fundamentadas no son tan leídas como se merecen.
Numerosos viajeros recurren a su móvil para seleccionar un restaurante de acuerdo con la selección de Tripadvisor y las calificaciones que otorgan los supuestos clientes.
Lo malo es que cualquiera puede comentar lo que quiera sobre cualquier restaurante sin haberlo visitado. Si te aburres mucho puedes darte de alta en Tripadvisor y dedicarte a soltar lo que te apetezca sobre una pizzería de Benidorm o un restaurante de Chantada, únicamente por diversión. Si te da la gana puedes decir maravillas sobre los restaurantes peor puntuados o despotricar sobre los mejores. No es que esa sea una afición muy extendida, pero como la tentación es muy fuerte, existen demasiados propietarios de restaurantes que recurren a las trampas para mejorar su posicionamiento en la lista que les puede facilitar clientes.
Los de Tripadvisor parece que no se enteran y meten en el saco de los restaurantes a las cafeterías y a las heladerías, con lo que los resultados pueden ser desconcertantes.
Uno de los trucos más habituales consiste en pedir a amigos y conocidos que redacten críticas positivas desde ordenadores ubicados en lugares muy variados. El resultado es que el restaurante se coloca en el número uno de su población gracias a numerosos comentarios escritos por usuarios que han aportado una única opinión. El exceso de optimismo delata fácilmente a los infractores pero por lo visto no pasa nada hasta que los nuevos clientes atraídos por las buenas opiniones terminan poniendo la suya y el restaurante acaba bajando puestos. Incluso hay empresas que venden críticas positivas de modo ilícito.
Mucho cuidado porque existen muchos restaurantes que no aparecen en Tripadvisor y por lo tanto carecen de opiniones.
Lo grave es que en demasiadas ocasiones los críticos de Tripadvisor se limitan a expresiones como "todo riquísimo" o "el mejor, como siempre", en lugar de citar lo que comieron y lo que les costó.
Por supuesto que los que han quedado descontentos suelen escribir con bastante mala leche y algunos de modo vengativo, que sus motivos tendrán. También se pueden hallar comentarios escritos con la única intención de hacer daño.
La prueba del algodón la podemos hacer sencillamente elaborando la lista de los cinco mejores restaurantes de una localidad que conozcamos y luego comparar con la que proporciona Tripadivsor. Lo más probable es que los resultados no coincidan en nada y que encima los comentarios que leamos sobre nuestra selección sean bastante desconcertantes.
Estar en el número uno no es un criterio fiable si eludimos la lectura detallada de los comentarios.
Desgraciadamente los críticos profesionales o aficionados tampoco están libres de culpa porque en demasiadas ocasiones comen gratis o reciben incentivos extra.
Como de costumbre, la verdad es complicada de descubrir. Por otra parte, ya se sabe que las opiniones son como los culos, todo el mundo tiene uno.
Los restaurantes pueden tener altibajos en distintos días e incluso el mismo día con diferentes clientes, sin tener en cuenta que la percepción de dos clientes puede variar enormemente ante el mismo plato, servicio y precio. Hay que comprender que algunos son exigentes y otros se conforman fácilmente.
Lo cierto es que hay restaurantes que se están lucrando de modo perverso con su manipulación de resultados. También es una pena que muy pocos respondan a las críticas de los clientes. Cuando te preguntan que si te ha gustado la comida, nunca digas la verdad porque no les apetece escucharla.
Numerosos viajeros recurren a su móvil para seleccionar un restaurante de acuerdo con la selección de Tripadvisor y las calificaciones que otorgan los supuestos clientes.
Lo malo es que cualquiera puede comentar lo que quiera sobre cualquier restaurante sin haberlo visitado. Si te aburres mucho puedes darte de alta en Tripadvisor y dedicarte a soltar lo que te apetezca sobre una pizzería de Benidorm o un restaurante de Chantada, únicamente por diversión. Si te da la gana puedes decir maravillas sobre los restaurantes peor puntuados o despotricar sobre los mejores. No es que esa sea una afición muy extendida, pero como la tentación es muy fuerte, existen demasiados propietarios de restaurantes que recurren a las trampas para mejorar su posicionamiento en la lista que les puede facilitar clientes.
Los de Tripadvisor parece que no se enteran y meten en el saco de los restaurantes a las cafeterías y a las heladerías, con lo que los resultados pueden ser desconcertantes.
Uno de los trucos más habituales consiste en pedir a amigos y conocidos que redacten críticas positivas desde ordenadores ubicados en lugares muy variados. El resultado es que el restaurante se coloca en el número uno de su población gracias a numerosos comentarios escritos por usuarios que han aportado una única opinión. El exceso de optimismo delata fácilmente a los infractores pero por lo visto no pasa nada hasta que los nuevos clientes atraídos por las buenas opiniones terminan poniendo la suya y el restaurante acaba bajando puestos. Incluso hay empresas que venden críticas positivas de modo ilícito.
Mucho cuidado porque existen muchos restaurantes que no aparecen en Tripadvisor y por lo tanto carecen de opiniones.
Lo grave es que en demasiadas ocasiones los críticos de Tripadvisor se limitan a expresiones como "todo riquísimo" o "el mejor, como siempre", en lugar de citar lo que comieron y lo que les costó.
Por supuesto que los que han quedado descontentos suelen escribir con bastante mala leche y algunos de modo vengativo, que sus motivos tendrán. También se pueden hallar comentarios escritos con la única intención de hacer daño.
La prueba del algodón la podemos hacer sencillamente elaborando la lista de los cinco mejores restaurantes de una localidad que conozcamos y luego comparar con la que proporciona Tripadivsor. Lo más probable es que los resultados no coincidan en nada y que encima los comentarios que leamos sobre nuestra selección sean bastante desconcertantes.
Estar en el número uno no es un criterio fiable si eludimos la lectura detallada de los comentarios.
Desgraciadamente los críticos profesionales o aficionados tampoco están libres de culpa porque en demasiadas ocasiones comen gratis o reciben incentivos extra.
Como de costumbre, la verdad es complicada de descubrir. Por otra parte, ya se sabe que las opiniones son como los culos, todo el mundo tiene uno.
Los restaurantes pueden tener altibajos en distintos días e incluso el mismo día con diferentes clientes, sin tener en cuenta que la percepción de dos clientes puede variar enormemente ante el mismo plato, servicio y precio. Hay que comprender que algunos son exigentes y otros se conforman fácilmente.
Lo cierto es que hay restaurantes que se están lucrando de modo perverso con su manipulación de resultados. También es una pena que muy pocos respondan a las críticas de los clientes. Cuando te preguntan que si te ha gustado la comida, nunca digas la verdad porque no les apetece escucharla.