Los supermercados Lidl tienen una estética tan germánica y tan parecida a la de una ferretería que espantan a quienes buscan el glamour. La selección de productos es poco variada y sin embargo constituyen un excelente lugar para encontrar auténticos vinazos a precio de bajo coste.
Llevo años comprando vinos en Lidl porque me ofrecen lo que busco, es decir, excelentes vinos de mesa para tomar a diario por menos de cinco euros la botella. No ofrecen todas las denominaciones de orígen ni falta que me hace. El de la foto es un rosado navarro que sale a menos de dos euros y que va de cine; seguro que los hay mejores pero fijo que son mucho más caros y naturalmente que los hay por menos dinero pero no hay quien los beba. Los amantes del Rioja y del Ribera tienen caldos excelentes que hacen muy bien papel incluso en las mejores mesas. Felizmente hay buenos blancos Chardonnay o Albariño y así no tengo que tomarme un Verdejo, que sigue sin cautivarme. La selección de vinos extranjeros abarca los sudafricanos y australianos, que sorprenden con caldos jóvenes para tomar en el año, con tapon de rosca. También hay algún Priorat meritorio y buenos somontanos.
Supongo que la fórmula que sigue Lidl es la de encontrar un buen proveedor que garantice producción abundante y una calidad estable junto con un precio democrático que permita vender el vino con ganancias para la empresa y satisfacción para el consumidor.
Sirva este aviso para que los aficionados al buen vino y al consumo diario responsable se animen a conocer la gama de vinos de Lidl, que destaca por calidad y precio.
Últimamente la crisis ha hecho que los precios desciendan y en muchos hipermercados encontramos ofertas interesantes en vinos que hace años alcanzaban un coste inasequible.
Por cierto que Lidl ha contratado a un famoso sumiller para catar sus vinos y los resultados pueden verse en este enlace.
Llevo años comprando vinos en Lidl porque me ofrecen lo que busco, es decir, excelentes vinos de mesa para tomar a diario por menos de cinco euros la botella. No ofrecen todas las denominaciones de orígen ni falta que me hace. El de la foto es un rosado navarro que sale a menos de dos euros y que va de cine; seguro que los hay mejores pero fijo que son mucho más caros y naturalmente que los hay por menos dinero pero no hay quien los beba. Los amantes del Rioja y del Ribera tienen caldos excelentes que hacen muy bien papel incluso en las mejores mesas. Felizmente hay buenos blancos Chardonnay o Albariño y así no tengo que tomarme un Verdejo, que sigue sin cautivarme. La selección de vinos extranjeros abarca los sudafricanos y australianos, que sorprenden con caldos jóvenes para tomar en el año, con tapon de rosca. También hay algún Priorat meritorio y buenos somontanos.
Supongo que la fórmula que sigue Lidl es la de encontrar un buen proveedor que garantice producción abundante y una calidad estable junto con un precio democrático que permita vender el vino con ganancias para la empresa y satisfacción para el consumidor.
Sirva este aviso para que los aficionados al buen vino y al consumo diario responsable se animen a conocer la gama de vinos de Lidl, que destaca por calidad y precio.
Últimamente la crisis ha hecho que los precios desciendan y en muchos hipermercados encontramos ofertas interesantes en vinos que hace años alcanzaban un coste inasequible.
Por cierto que Lidl ha contratado a un famoso sumiller para catar sus vinos y los resultados pueden verse en este enlace.