Pues resulta que ahora el Carrefour va de fashion y se hace llamar Carrefour Planet. Hay lo mismo de siempre e incluso menos que antes, pero expuesto de formas aparentemente más atractivas y sugerentes. Incluso hay una sección gourmet donde aparecen artículos que antes se hallaban distribuidos en compañía de otros más modestos. El caso es que quedé prendado de un envase de salchichas de Montbéliard, lugar donde estuve en su día pero sin saber nada de esa especialidad. El precio es asequible y las dos enormes salchichas salen a euro cada una, con lo que probar no es arriesgado. El aspecto externo es contundente y prometen más que las alemanas, que me quitaron mucha hambre este verano en tierras bávaras (de verdad, justamente en Baviera).
Las salchichas las metí en la freidora y el resultado es muy similar a lo que por aquí conocemos como chorizos criollos, que se pusieron muy de moda en los años 70 con la proliferación de parrillas al estilo argentino y sus consiguientes parrilleros del mismo origen. Curiosamente tengo primos en Argentina que se dedican a eso y se les da muy bien.
En cuanto al sabor, tengo que reconocer que mejoran con bastante al criollo y pican muy poco, lo que permite apreciar mejor el sabor. Con patatas fritas ya les vale de acompañamiento aunque un toque francés de choucroute queda más auténtico. Si usas unas rodajas de berenjena a la plancha igual te da menos remordimientos.
Estamos hablando de una salchicha de cerdo ahumada y que se vende con la garantía de calidad de los productos "Reflets de France", especialmente seleccionados entre lo mejorcito del país vecino (que ya es decir), junto con el queso Reblochon de Saboya y otras exquisiteces. Nada que ver con las salchichas de desayuno británicas que venden congeladas y que se pueden comprar una única vez por mera curiosidad.
Las salchichas las metí en la freidora y el resultado es muy similar a lo que por aquí conocemos como chorizos criollos, que se pusieron muy de moda en los años 70 con la proliferación de parrillas al estilo argentino y sus consiguientes parrilleros del mismo origen. Curiosamente tengo primos en Argentina que se dedican a eso y se les da muy bien.
En cuanto al sabor, tengo que reconocer que mejoran con bastante al criollo y pican muy poco, lo que permite apreciar mejor el sabor. Con patatas fritas ya les vale de acompañamiento aunque un toque francés de choucroute queda más auténtico. Si usas unas rodajas de berenjena a la plancha igual te da menos remordimientos.
Estamos hablando de una salchicha de cerdo ahumada y que se vende con la garantía de calidad de los productos "Reflets de France", especialmente seleccionados entre lo mejorcito del país vecino (que ya es decir), junto con el queso Reblochon de Saboya y otras exquisiteces. Nada que ver con las salchichas de desayuno británicas que venden congeladas y que se pueden comprar una única vez por mera curiosidad.