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¿DÓNDE ESTÁ LA CARTA?


¿Dónde está la carta?

Estuve dando una vuelta por Santander y acabé comiendo un excelente menú del día en el restaurante La Brocheta, muy bien atendido y con un magnífico servicio de vinos. Había otras opciones y me quedé con ganas de volver para probarlas todas. Por la ciudad abundaban los excelentes bares de tapas y me encontré con camareros muy cordiales.

No obstante el artículo no trata sobre eso sino acerca de algo distinto. Resulta que nos acercamos a ver uno de los restaurantes más famosos de la ciudad y de la comunidad de Cantabria. No voy a dar más pistas. El caso es que no había carta expuesta en el exterior del establecimiento y eso ya espanta, es como avisar al paseante de que dentro puede pasar cualquier cosa. Se supone que te la van a dar cuando te sientes pero entonces igual ya es demasiado tarde para marcharse. Seguro que los precios eran altos porque si fueran bajos los hubieran mostrado en la fachada, como el resto de su compentencia en la ciudad.

En pleno tercer milenio esto ya no es aceptable. Parece como si quisieran avisar de que se trata de un lugar para aquellos a quienes el precio no importa. En general muy pocos restaurantes exhiben su carta de vinos en la fachada y eso casi se perdona, pero lo de ocultar la carta de platos con sus precios es sospechoso e ilegal. Lo mismo hacen algunos hoteles cuando evitan que sus habitaciones se vean en la páginas web.

Que allí se comía muy bien, seguro, pero a saber a qué precio.

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